por Ronald Charpentier
Mateo 17:1-8
[1]Seis días después, toma Jesús consigo a Pedro, a Santiago y a su hermano Juan, y los lleva aparte, a un monte alto.
[2]Y se transfiguró delante de ellos: su rostro se puso brillante como el sol y sus vestidos se volvieron blancos como la luz.
[3]En esto, se les aparecieron Moisés y Elías que conversaban con él.
[4]Tomando Pedro la palabra, dijo a Jesús: «Señor, bueno es estarnos aquí. Si quieres, haré aquí tres tiendas, una para ti, otra para Moisés y otra para Elías.»
[5]Todavía estaba hablando, cuando una nube luminosa los cubrió con su sombra y de la nube salía una voz que decía: «Este es mi Hijo amado, en quien me complazco; escuchadle.»
[6]Al oír esto los discípulos cayeron rostro en tierra llenos de miedo.
[7]Mas Jesús, acercándose a ellos, los tocó y dijo: «Levantaos, no tengáis miedo.»
[8]Ellos alzaron sus ojos y ya no vieron a nadie más que a Jesús solo.
Este anuncio es un gran evento en la iglesia cristiana, resplandecer como el sol, que significa divinidad, conversar con los padres de la iglesia alto rango.
Pedro, Santiago y Juan sucesores de la iglesia. Todos juntos significa la universalidad o la iglesia total, una continuidad en el plan de Dios.
Se establece la autoridad de Dios descendiendo y ratificando que Jesús es su hijo y debemos escucharle. Escuchar atentamente se hace cuando alguien te tiene un mensaje digno de escuchar, un maestro, una gran personalidad, donde todas hacen silencio y todos sus sentidos se orientan hacia el que envía el mensaje.
Ver rostro en tierra significa adoración extrema que solo a Dios se hace.
Este enorme anuncio nos da la luz de el tamaño inmenso de Jesús, maestro, amigo, guía de la iglesia antes de Cristo y de la iglesia después de Cristo.
Un abrazo hermanos!
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