Formar parte del Pueblo de Dios es un don, una responsabilidad: la responsabilidad de dar testimonio con hechos, y no sólo con palabras, de las maravillas de Dios que, si se conocen, ayudan a los hombres a descubrir su existencia y a aceptar su salvación. #Synod
Que debemos hacer en medido de la prueba, cuando estamos en el fondo del pozo,…
Daniel, un joven escogido, procuraba seguir al Señor. Dios le concedió el don de ciencia,…
No te olvides de tu sacerdote, un arrocito, un postre un refresco. Escrito está que…
El don de pobreza de los franciscanos se describe en Ezequiel. La única heredad o…