ENCICLICAS DEL PAPA FRANCISCO

Fratelli Tutti

En su tercera encíclica, el papa nos habla de una fraternidad universal, abierta a todos. En ella, tomando como referencia a san Francisco, nos propone una fraternidad sin fronteras de idioma, cultura o religión.

En Fratelli tutti, el pontífice denuncia nuevas formas de egoísmo como son el individualismo y el desinterés por el bien común de una cultura globalizada y digital que en ocasiones fomenta el odio, la agresividad y los fanatismos. A través de sus páginas nos muestra una sociedad del descarte que rechaza a los más vulnerables: los ancianos, los jóvenes, las mujeres y los migrantes.

En estas líneas, Francisco nos advierte del peligro que supone ignorar la historia. Al mismo tiempo que propone el perdón como solución a tantos conflictos, afirma que no debemos olvidar los sucesos del pasado para no repetir las mismas atrocidades. Asimismo, el papa señala los límites de populismos y liberalismos, señalando cómo la pandemia ha mostrado -entre otras cosas-la vulnerabilidad del sistema y de las personas.

En Fratelli tutti, el santo Padre nos anima a pensar y trabajar para crear un mundo abierto. Ante las carencias e injusticias nos propone responder con el amor, en un fecundo intercambio que combina lo local con lo universal, rechazando la xenofobia y el racismo. Por último.nos exhorta a fomentar el diálogo y la amistad, a «recuperar la amabilidad» y «recomenzar desde la verdad». Proponiendo como ejemplos a Gandhi, Martin Luther King o los Padres de la Unión Europea concluye que las religiones nunca deben llevar al odio o la violencia, sino estar al servicio de la fraternidad y de la construcción de la paz.

Laudato Si

El Papa Francisco acaba de publicar la primera encíclica sobre ecología, seis meses antes de que se produzca la Cumbre de la ONU en París sobre el Cambio Climático. En la encíclica, que lleva como título la expresión italiana «Laudato si’» —en castellano, «Alabado seas»—, el Papa muestra su preocupación por aquellas cuestiones que tienen que ver con el cuidado de nuestro planeta: el cambio climático y el calentamiento global; la contaminación producida por los residuos no biodegradables, tóxicos y radioactivos; las energías renovables; la corrupción en el mercado internacional del petróleo o el consumo personal de las energías, entre otras.
También hace referencia a la contaminación en nuestras vidas del mundo digital, de las nuevas tecnologías y más en concreto de las redes sociales.
El Santo Padre recoge el extenso magisterio de san Juan Pablo II y de Benedicto XVI. Resultan novedosas las referencias que hace al magisterio del patriarca ecuménico de Constantinopla, Bartolomé I, en temas como el cambio climático, la deforestación y la destrucción de los humedales.
No se trata de un texto dirigido solo a católicos, sino que el propio Papa invita a todas las personas a reflexionar en serio, pues «nunca la humanidad ha tenido tanto poder sobre sí misma, y nada garantiza que lo utilizará bien».

Lumen Fidei

Lumen Fidei es la primera de las tres encíclicas escritas por el Santo Padre Francisco. Quería escribir esta encíclica dirigiéndola a todo el clero, pero también a todos los laicos implicados en la Iglesia, para que se conviertan en una verdadera LUZ DE FE. El Papa Francisco desde su elección se ha comprometido a transmitir un mensaje de amor y esperanza universal que no debe permanecer encerrado en las sacristías de las parroquias, sino que debe traspasar todos los límites para convertirse en esa gran LUZ, la LUZ DE LA FE.

ENCICLICAS DE BENEDICTO XVI

Deus Caritas Est

Deus caritas est (en italiano Dios es amor) es la primera encíclica publicada por el Papa Benedicto XVI. De las palabras del Papa: El tema no es inmediatamente ecuménico, pero el trasfondo y el trasfondo son ecuménicos, porque Dios y nuestro amor son los condición de la unidad cristiana. Son la condición de la paz en el mundo. [1] De nuevo a partir de las palabras del propio Papa Benedicto XVI, el propósito de la encíclica es mostrar los diversos aspectos del concepto cristiano del amor, es decir, la equivalencia para un cristiano de «amor» y «caridad», y de la diferencia sustancial del eros, que es el amor entre hombre y mujer, que también se deriva de la bondad del Creador, y también del amor de quien renuncia a sí mismo en favor del otro. . L ‘ eros se transforma en ágape en la medida en que los dos realmente se aman y uno ya no se busca a sí mismo, sino que busca sobre todo el bien del otro. Así eros vuelve a la caridad y la familia real se expande en la familia de la sociedad, la iglesia y el mundo.

Spe Salvi

La segunda encíclica del Papa Benedicto XVI, Salvados en Esperanza («Spe Salvi» en latín) toma su título de San Pablo, quien escribió: «En la esperanza hemos sido salvados». En esta edición especial de lujo de tapa dura de la obra, el Santo Padre continúa una línea de pensamiento que comenzó con su primera encíclica, Dios es amor .

El amor y la esperanza están estrechamente relacionados en la vida espiritual. El amor a Dios implica esperanza o confianza en Dios. Según el Catecismo de la Iglesia Católica , «La virtud de la esperanza responde a la aspiración a la felicidad que Dios ha puesto en el corazón de todo hombre». La esperanza nos permite mirar hacia la próxima vida, pero también inspira y purifica nuestras acciones en esta vida.

Caritas in Veritate

La tercera encíclica del Papa Benedicto XVI sigue los temas de sus dos primeros, esperanza y amor, y los aplica a los principales problemas sociales de hoy. Basándose en la verdad moral y en la enseñanza del Evangelio, el Papa Benedicto XVI se dirige tanto a católicos como a no católicos, desafiándonos a reconocer y luego enfrentar los males sociales de nuestros días.

ENCICLICAS DE SAN JUAN PABLO II

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