Buenos días, en II Pe 2:3 dice: «Los falsos profetas, su avaricia os explotarán con palabras falsas. El juicio de ellos, desde hace mucho tiempo no está ocioso, ni su perdición dormida». El que cuida, enseña sin avaricia y con su ejemplo sigue los pasos del Señor es profeta. Amén
¡Ay de mí si no evangelizara!
I Cor 9:16
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