Rogelio Segura Chen
La envidia es una enfermedad venenosa, espinosa y puede llevarnos a destruirnos a nosotros mismos, es aquello que se siembra en el corazón, por falta de logros personales, cuándo una persona progresa, gózate en sus frutos y veremos cómo mañana con esfuerzo y sin envidia conseguiremos el doble, nada es imposible sin envidia y con amor sincero. La envidia es el sufrimiento de los que nunca alcanzarán a ser nuestros verdaderos amigos y amigas, también es cuándo nos fijamos en las bendiciones de los demás, en lugar de disfrutar. La envidia es una declaración de inferioridad y un deseo de algo que no se posee. Es una sombra que afea el rostro y entristece el espíritu en nosotros, a veces las personas nos quieren ver caer, pero es mejor decirles que seguiremos de pie. Sólo la padecen aquellas personas que no soportan ver la felicidad de los demás, porque son envidiosas y les gusta mucho critícar y burlarse de los demás y lo peor es que buscan hasta el mínimo defecto en nosotros, si es necesario lo buscan hasta con una lupa o un microscopio, siempre nos miran de arriba a abajo cómo un scanner, buscando algún defecto, si lo encuentran, lo comentan y si no lo encuentran, lo inventan. Las personas envidiosas prefieren sufrir para que el otro sufra más, en vez de vivir bien y que el otro viva bien, sólo existe en aquellas personas que no saben aceptar la felicidad de los demás. La señora envidia se viste de celos, se adorna y maquilla con egoísmo e intriga, la podemos encontrar en el trabajo, en la Evangelización, en la Iglesia, en el culto, en los deportes, en la misma familia y dónde menos nos espera. ¡El envidioso o envidiosa no sabe lo que quiere, hasta que te lo ve a tí! Tenemos que tener cuidado con las personas que llegan a nuestras vidas con una sonrisa hipócrita, porque detrás de ella puede estar llena de envidia.
Proverbios 14,30 «El corazón apacible vivifíca el cuerpo, pero la envidia es carcoma en los huesos» Nunca gritemos nuestra felicidad tan alto, porque la envidia tiene el sueño muy liviano, nunca es buena en las personas, porque haciendo gala de la envidia se insultan a ellos mismos. Un sabio dijo: “Viaja y no se lo digas a nadie, ten una historia de amor y no le digas a nadie, sé feliz y no le digas nadie, las personas envidiosas arruinan todo lo lindo” O sea “Calladito más bonito” Si las personas nos envidian, nosotros no nos preocupemos, porque eso quiere decir que vamos por buen camino. En el libro Don Quijote cuándo Sancho Panza le dijo a Don Quijote “Por qué los perros ladran” cuál fue la respuesta de Don Quijote “Vamos por buen camino”Recordemos el sabio se inspira con el éxito de los demás, el endioso se hace más pequeño. Sabías que la envidia hace que aumente más nuestra autoestima, somos admiradores de los que nos tienen envidia, porque en el fondo saben que somos mejores que ellos. ¡La envidia es mil veces más terrible que el hambre, porque es hambre espiritual! ¡La fuerza de tu envidia, es la rápidez de mi progreso! Amigos y amigas quién nos lastima, nos hace fuertes, quién nos critíca, nos hace importantes y quién nos envidian, nos hace ser grandes. Paz y bien porque si las personas nos envidian, no nos preocupemos, más bien, quiere decir que vamos por buen camino.