MISTERIOS LUMINOSOS

Escrito por Anabelle Retana

Historia

El papa Juan Pablo II pudo haber encontrado inspiración en un santo que canonizó el año antes de escribir su encíclica

Cuando los católicos rezamos el Rosario, de hecho meditamos sobre varios acontecimientos en la vida de Jesucristo mientras nos movemos de cuenta en cuenta. Estas meditaciones se llaman tradicionalmente “misterios” y se desarrollaron por primera vez en 1214 por santo Domingo.

Originalmente, santo Domingo desarrolló estos misterios como un método catequético para enseñar a los descarriados por la herejía albigense. Agrupó los misterios en lo que hoy se conoce como gozosos, dolorosos y gloriosos, con la intención de sumergir al fiel cristiano en momentos esenciales de la vida de Jesús.

Mientras reflexionaba sobre estos misterios, san Juan Pablo II observó un hueco que no cubrían los tres grupos tradicionales. En 2002 escribió su encíclica Rosarium Virginis Mariae: “No obstante, para resaltar el carácter cristológico del Rosario, considero oportuna una incorporación que, si bien se deja a la libre consideración de los individuos y de la comunidad, les permita contemplar también los misterios de la vida pública de Cristo desde el Bautismo a la Pasión”.

Juan Pablo II quería que el Rosario se convirtiera en un “compendio del Evangelio” donde se incluyera una meditación que “se centre también en algunos momentos particularmente significativos de la vida pública (misterios de luz)”. Unos momentos que se propusieron de tal forma:

1) El Bautismo en el Jordán
2) Las bodas de Caná
3) La proclamación del Reino de Dios
4) La Transfiguración
5) La institución de la Eucaristía

Lo curioso es que, aunque nunca manifestó públicamente la fuente de esta inspiración, un año antes, en 2001, Juan Pablo II había beatificado a san Jorge Preca, un sacerdote carmelita de Malta. La biografía del Vaticano señala que Preca “en 1957 (…) sugirió el uso de cinco misterios de luz para la recitación privada del Rosario”.

Según los carmelitas, la división de Preca de los misterios de la luz guarda una notable similitud con la de Juan Pablo II.

1) Después del bautizo de Jesús en el Jordán, fue llevado al desierto.
2) Jesús se revela como auténtico Dios por su palabra y sus milagros.
3) Jesús enseña las Bienaventuranzas en el monte.
4) Jesús es transfigurado en la montaña.
5) Jesús toma su última cena con los Apóstoles.

Juan Pablo II nunca desveló si san Jorge Preca inspiró su decisión, pero lo que sí puede decirse es que ambos santos vieron una oportunidad para hacer que el Rosario reflejara mejor la vida de Cristo.

Además, aunque la introducción de los misterios luminosos del Rosario tiene el peso del respaldo papal, Juan Pablo II también dejó claro que su oferta no había de ser una imposición sobre la devoción personal.

“No obstante, esta indicación no pretende limitar una conveniente libertad en la meditación personal y comunitaria, según las exigencias espirituales y pastorales y, sobre todo, las coincidencias litúrgicas que pueden sugerir oportunas adaptaciones. Lo verdaderamente importante es que el Rosario se comprenda y se experimente cada vez más como un itinerario contemplativo”.

En definitiva, Juan Pablo II quiso facilitar la oración de los individuos e insuflar nueva vida en una tradición muy apreciada. Percibió los misterios luminosos como una forma de que los fieles entraran más profundamente en la vida de Jesús y una “verdadera introducción a la profundidad del Corazón de Cristo, abismo de gozo y de luz, de dolor y de gloria”.

 

Oraciones antes del Santo Rosario

Creo en Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra. Creo en Jesucristo, su único Hijo, Nuestro Señor, que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo; nació de Santa María Virgen; padeció bajo el poder de Poncio Pilato; fue crucificado, muerto y sepultado; descendió a los infiernos; al tercer día resucitó de entre los muertos, subió a los cielos, y está sentado a la derecha de Dios, Padre todopoderoso. Desde allí ha de venir a juzgar a los vivos y a los muertos. Creo en el Espíritu Santo, la Santa Iglesia Católica, la comunión de los santos, el perdón de los pecados, la resurrección de la carne, y la vida eterna. Amén. CREDO DE LOS APÓSTOLES

Cierre sus ojos un instante y recuerde todas las cosas (hechos, palabras, pensamientos, omisión) con que ha ofendido al Señor. Profundamente arrepentido digamos…

¡Señor mío Jesucristo!, Dios y Hombre verdadero, Creador Padre y Redentor mío; por ser quien eres y porque te amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón haberte ofendido y no haberte amado. Propongo firmemente no volver a pecar, confesarme y cumplir la penitencia que me fuere impuesta. Te ofrezco mi vida, obras, y trabajos, en satisfacción de todos mis pecados. Así como te lo suplico, así espero y confío, que en tu bondad y misericordia infinita me perdonarás y me darás gracia para enmendarme y para perseverar en tu santo servicio, hasta el fin de mis días. Amén.

OFRECIMIENTO DEL ROSARIO• En honor y gloria a la Santísima Trinidad.• Vamos a pedirle a Dios que nos ayude en este momento tan duro que estamos pasando que nos de Fortaleza y que esta epidemia se DETENGA y no llegue más a la humanidad. •En agradecimiento por los beneficios recibidos.• Por las Benditas Almas del Purgatorio.• Por el Papa y la Santa Madre Iglesia Católica; por los sacerdotes y las vocaciones.• En expiación y reparación por todos nuestros pecados y los del mundo entero.

  • Por la conversión de los pecadores.• Por los agonizantes, encarcelados y enfermos.• Para pedir las virtudes de la humildad, pureza, obediencia, fidelidad, oración y la caridad .• Por la paz del mundo y en especial, la de nuestro país.• Por la perseverancia para que el Señor les infunda Celo Apostólico.• Por las intenciones del Inmaculado Corazón de María y súplicas e intenciones personales.

Ven por medio de la poderosa intercesión del Inmaculado Corazón de María tu amadísima esposa.[3 veces]

Oremos: ¡Oh Dios!, tú único Hijo nos ha conseguido con su muerte y resurrección los bienes de la salvación eterna: concédenos que, venerando estos misterios en el Santo Rosario de la Virgen María, imitemos aquello que contienen y obtengamos aquello que prometen. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

¿CÓMO SE REZAN LOS MISTERIOS LUMINOSOS? (se reza los días jueves)

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. 
Dios mío, ven en mi auxilio.
Señor, date prisa en socorrerme.
Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo. 
Como era en el principio, ahora y siempre, 
por los siglos de los siglos. Amén.

Se enuncia en cada decena el “misterio”, por ejemplo, en el primer misterio: “La Encarnación del Hijo de Dios”.
Después de una breve pausa de reflexión, se rezan: un Padre nuestro, diez Avemarías y un Gloria.
A cada decena del “rosario” se puede añadir una invocación.
A la final del Rosario se recita la Letanía Lauretana, u otras oraciones marianas.

Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu nombre, venga a nosotros tu reino, hágase tu voluntad, en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día, perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden. No nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal. Amén

Dios te Salve, María, llena eres de gracia, el Señor está contigo. Bendita tú eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén

Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo. Como era en el principio ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

PASO 1: REZA EL CREDO Y EL YO CONFIESO

PASO 2: LEE CADA TEXTO, 1 PADRE NUESTRO, 10 AVE MARIA Y EL GLORIA (Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo. Como era en el principio ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.)

Primer Misterio El Bautismo de Jesús en el Jordán El agua, que purifica todo lo que toca, es el símbolo de la Inmaculada, de Aquella que es la “sin mancha”. Sobre aquel que es lavado por esta agua desciende la gracia del Espíritu Santo, que comunica la vida de la gracia y la participación al amor divino. (EK 1326)Encontramos a María en el mismo momento en el cual encontramos la vida de la gracia, en el momento en el cual nos convertimos en hijos de Dios, consagrados a Cristo. En el Bautismo es Ella quien nos da esta vida, y durante el transcurso de nuestra existencia nos ayuda a vivir coherentemente nuestra fe. Pedimos saber abandonarnos al amor del Padre que también hoy renueva con nosotros la alianza del Bautismo y la llamada a ser hijos.

Segundo Misterio Las bodas de Caná Sabes bien que un niño tiene necesidad de una madre porque tú mismo has establecido esta ley de amor. Tu bondad y misericordia creó una Madre. Y Tú no le niegas nada a Ella, pero tampoco Ella es capaz de negar cualquier cosa a nadie. ¿Quién, por lo tanto, no alcanzará el paraíso…? (EK 1145) María es la mujer de fe. Y los sirvientes de Caná confían en Ella, le obedecen. Se cumple así el primer milagro. Esta es la misión de María: anunciar a todos que deben “hacer todo lo que Él les diga”. Pidamos la obediencia de la fe a lo que cada día el Señor nos pide

Tercer Misterio El anuncio del Reino Cuando el fuego del amor se enciende no puede quedar encerrado dentro de los límites del corazón, sino que conquista otros corazones, incendia, devora, invade… La Milicia de la Inmaculada pone el acento en este amor, que impulsa a conquistar los corazones de todos, y eso, lo más pronto posible. (EK 1325) María Inmaculada es la garantía que en el mundo el bien es más fuerte y más contagioso que el mal. Ella posee este don: contagiar con la gracia a los hombres y comunicarles la salvación. Intuir los secretos del amor de María hacia la humanidad quiere decir intuir el mismo amor que María tuvo hacia Cristo. Pedimos ser, en nuestros ambientes, testimonios y anunciadores del Reino de Dios.

Cuarto Misterio La trasfiguración de Jesús Los grados más importantes de la santidad son: la oración vocal, la meditación y la contemplación. En este último caso a veces Dios arrastra el alma muy cerca de él, y en tal caso, deslumbrado por una luz sobrenatural y el fuego de amor, entra en éxtasis. (EK 1001)En la vida de devoción a la Inmaculada, la parte principal es indudablemente reservada a la vida interior completamente vivida con María, en su gracia y en unión con Ella, reproduciendo en nosotros las disposiciones de espíritu orante y adorante con el cual Ella ofrece toda su vida a Dios.

 El amor a María no es solo un mero sentimentalismo, sino una energía que despierta el letargo espiritual y lanza el alma en el camino de la santidad. Þ Pidamos saber dedicar el tiempo a la oración y que esta sea nuestra acción más importante.

Quinto Misterio La institución de la Eucaristía ¿Qué puedo desear para mí y para ti de más sublime? No sé nada más sublime de lo que Jesús dijo: No hay amor más grande que dar la vida por los amigos. (Conf. 2-8.8.1939)Sostenido por la fuerza de la fe y la luz que desciende de María, sé que tengo que amar hasta dar la vida… porque la donación de uno mismo es la forma suprema del amor. En las horas de alegría como en las de dolor, en los momentos de prueba como en los de victoria, en las incertidumbres de la vida cotidiana, recurramos a la potente e infalible intercesión de María. En su nombre encontraremos el motivo de cada acción, el secreto de cada victoria, la fuerza para cada nuevo comienzo. Pedimos que la Eucaristía que adoramos o recibimos, nos haga capaces de gestos de caridad hacia nuestros hermanos.

PASO 3: LEE LAS LETANIAS

Señor, ten piedad
Cristo, ten piedad
Señor, ten piedad.
Cristo, óyenos.
Cristo, escúchanos.

Dios, Padre celestial, 
ten piedad de nosotros.

Dios, Hijo, Redentor del mundo, 
Dios, Espíritu Santo, 
Santísima Trinidad, un solo Dios,

Santa María, 
ruega por nosotros.
Santa Madre de Dios,
Santa Virgen de las Vírgenes,
Madre de Cristo, 
Madre de la Iglesia, 
Madre de la misericordia, 
Madre de la divina gracia, 
Madre de la esperanza, 
Madre purísima, 
Madre castísima, 

Madre siempre virgen,
Madre inmaculada, 
Madre amable, 
Madre admirable, 
Madre del buen consejo, 
Madre del Creador, 
Madre del Salvador, 
Virgen prudentísima, 
Virgen digna de veneración, 
Virgen digna de alabanza, 
Virgen poderosa, 
Virgen clemente, 
Virgen fiel, 
Espejo de justicia, 
Trono de la sabiduría, 
Causa de nuestra alegría, 
Vaso espiritual, 
Vaso digno de honor, 
Vaso de insigne devoción, 
Rosa mística, 
Torre de David, 
Torre de marfil, 
Casa de oro, 

Arca de la Alianza, 
Puerta del cielo, 
Estrella de la mañana, 
Salud de los enfermos, 
Refugio de los pecadores, 
Consuelo de los migrantes,
Consoladora de los afligidos, 
Auxilio de los cristianos, 
Reina de los Ángeles, 
Reina de los Patriarcas, 
Reina de los Profetas, 
Reina de los Apóstoles, 
Reina de los Mártires, 
Reina de los Confesores, 
Reina de las Vírgenes, 
Reina de todos los Santos, 
Reina concebida sin pecado original, 
Reina asunta a los Cielos, 
Reina del Santísimo Rosario, 
Reina de la familia, 
Reina de la paz.

PASO 4: REZA LAS ORACIONES FINALES

Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, 
perdónanos, Señor.

Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, 
escúchanos, Señor.

Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, 
ten misericordia de nosotros.

Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios. 
Para que seamos dignos de las promesas de Cristo.

ORACIÓN. 
Te rogamos nos concedas, 
Señor Dios nuestro, 
gozar de continua salud de alma y cuerpo, 
y por la gloriosa intercesión 
de la bienaventurada siempre Virgen María, 
vernos libres de las tristezas de la vida presente 
y disfrutar de las alegrías eternas. 
Por Cristo nuestro Señor. 
Amén.

Utilizamos cookies propias y de terceros para obtener datos estadísticos de la navegación de nuestros usuarios y mejorar nuestros servicios. Si acepta o continúa navegando, consideramos que acepta su uso. Puede cambiar la configuración u obtener más información    Más información
Privacidad