¡Porque es importante el perdón!

Rogelio Segura Chen
Es superar la tranquilidad personal, es responsabilizarse de los sentimientos propios, es retomar el poder sobre sí mismo, es para nuestra propia sanación, no para quienes nos ofenden, es una habilidad que se puede aprender, permite controlar los sentimientos, mejora la salud física y mental, ya no se es víctima, más bien se asume una actitud de héroe, y es una alternativa para mejorar nuestra calidad de vida, ¡Todas y todos podemos aprender a perdonar! El perdón es la clave de la libertad emocional, y debe ser cómo una factura de cancelación rota en dos pedazos, y quemada, así nunca se podrá mostrar en contra. Al perdonar no sólo gana quién recibe el perdón, porque muchas veces gana más quién aprende a soltar y liberarse del malestar y rencor. Pedir perdón no siempre significa que estamos equivocados y que el otro está en lo cierto, simplemente signífica que valoramos una relación mucho más que a nuestro ego. Perdonar y pedir perdón no nos hace tontos ni débiles; más bien nos hace sabios y fuertes, no es humillarse, es saber reconocer que fallamos y queremos cambiar. Perdonar y disculparse son palabras tan importantes y sencillas que tan pocas veces la décimos. Es difícil perdonar, pero más difícil es vivir sin haber perdonado. Cuándo Dios perdona, quita nuestro pecado y restaura nuestra alma y corazón, ese perdón también se aprende para perdonar, hay que saber perdonar, no porque exista el perdón, la gente tiene derecho a dañarnos las veces que quiera. Efesios 4,32 «Perdóname por el mal momento que te hice pasar, antes sed benignos unos con otros debemos ser misericordiosos, perdonándonos unos a otros, cómo Dios también os perdonó a vosotros en Cristo» En la Biblia encontramos muchas parábolas dónde Jesús menciona el perdón. Lucas 6,37 «Perdonar es liberar un prisionero y descubrir que el prisionero eras tú» Nos suena conocido setenta veces siete. El Papa Francisco dice «Pedir perdón, no es pedir disculpas, es arrepentimiento, pedí perdón es ser consciente del pecado, de nuestra idolatría, de las tantas idolatrías» El perdón nos libera de ataduras que nos amargan el alma y enferman el cuerpo, si hemos herido a alguién, debemos pedir perdón, que salga realmente del corazón, y no de la boca hacia afuera. El perdón no cambia el pasado, pero si puede cambiar y mejorar el futuro, si las lágrimas lavan y purifican el alma, el perdón lo santífica y lo sana. El perdón es una decisión personal que tomamos delante de Dios.Algunas personas dicen «Puedo perdonar, pero no puedo olvidar» eso se llama “rencor” de nada sirve el perdón para la persona que perdona, cómo la que recibe el perdón. ¡Si herimos a los demás debemos pedir perdón! ¡Así de fácil porque el perdonar libera nuestro corazón del pasado! ¡Debemos aprender a perdonar cómo Dios! ¡Perdón si cometemos errores, la vida no viene con un manual de instrucciones! ¡El perdón libera! ¡El perdón, pásalo! ¡Aquellas personas que viven en paz, piden perdón, saben perdonar y además son perdonados, disfrutan más de la vida! ¡Libre al fin! ¡El poder del perdón! ¡Perdona, olvida y empieza de nuevo! ¡Nunca es tarde para pedir perdón, siempre es tarde cuándo no se hace! ¡Cuándo decímos «No merezco perdón» Dios nos dice «Yo te perdono! ¡Perdonar verdaderamente implica olvidar! Amigos y amigas quién pide perdón primero, es el más valiente, quién perdona primero, es el más fuerte y quién olvida primero, es el más feliz. Paz y bien cuándo hagamos un compromiso de perdonar a otras personas, pidamos al Señor, que nos sane del impacto que el hecho hizo en nuestra vida.